Tic tac

Quédate un poco más. No te vayas todavía. Espera. No por favor, un segundo más,... tic tac.

Demasiado efímero, volátil, escurridizo y desaprovechado. Así es el tiempo. Se escapa y no se deja alcanzar jamás. Se va sin previo aviso y no regresa. 

Ese odioso utensilio con agujas que giran a distinta velocidad, ¿era necesario?

Intenté saborear cada segundo de aquel momento que me hizo sentir libre, tranquila, feliz, segura, decidida,... Desgraciadamente, acabó pronto. Jamás será suficiente, necesito más. Los buenos momentos son adictivos y las personas con las que se viven aún más. Tic tac.

Prometo que mi cuerpo está invadido por una sensación extraña, quizás sea el anhelo de que vuelva a ocurrir, de volverlo a vivir, de escapar a aquel lugar, de ser, de creer, de inventar. Tic tac.

Cierro los ojos y recreo el instante, pero duele. Cabe la posibilidad de que vuelva a pasar tal y como imagino; pero también existe la maldita opción de no acaecer nunca más. Tic tac.

Volvería atrás y haría el momento eterno. Rompería todos los relojes por tal de no percibir el paso del tiempo. Daría lo que fuera por vivir un minuto más en ese preciso momento. Tic tac.

Sin embargo, estoy aquí, escuchando ese agonizante sonido. Suplicando por volver a sentir lo que sentía en aquella ocasión.

Querido tiempo, regálame aunque sea un minuto más de aquella vez. Quiero volver a ser.

Tic tac...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuidado

No me pidas que me calme

Mirada oscura