Quiero que sepas

El querer huir hacia tu paraíso ideal, donde eres intocable, donde te evades de toda responsabilidad, donde alguien te esperaba con los brazos abiertos ansiosa por romper los mismos corazones que tu, donde todo se rodea de melodías al son del cuatro por cuatro, donde por fin hallarías tu felicidad, pero dime, ¿era lo que esperabas? ¿se han desviado tus planes de su pronóstico? Y la pregunta más dolorosa… ¿eres consciente del daño que has dejado tras de ti?

Quiero que sepas que el valiente no es el que se va, sino el que se queda.

Quiero que sepas que posees dos lazos, uno en cada mano y por mucho que intentes deshacer su nudo no podrás. Además te atarán toda tu vida a la persona que más odias, ¿paradójico verdad? Pero es la realidad. Debo decirte que estos lazos están sufriendo mucho más de lo puedes imaginar porque son ellos los que están pagando tus incorrectos actos. No pueden comprender el porqué de los hechos y por ahora no les has dado ninguna explicación que puedan entender.

Quiero que sepas que no pretendo culparte por haberte enamorado, la vida es un laberinto con muchas salidas y yo, no sé en cuál de ellas puedo acabar. Pero sí pretendo hacerte pensar que las cosas podrían haber sido mucho menos dolorosas si se hubiera actuado de manera correcta.

Quiero que sepas que tengo una sensación extraña al escribir esto, quizás sea dolor, y es que me duele tener que decir esto, porque pensaba que jamás iba a tener que decirlo. Me duele no verte, me duele admitir que te has ido, me duele verte con ella y espero que lo comprendas, me duele no poder tener más conversaciones en tu idioma favorito, me duele no despertarme con la escala musical de tu saxofón, me duele no escuchar tus batallas pueriles, me duele tu marcha, me duele no poder verte con los mismos ojos, me duele echarte de menos.


Quiero que sepas que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y tan solo espero que durante este tiempo tú hayas aprendido lo mismo. 

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